La PNT, publicidad no tradicional, es una forma de publicidad en la que el producto se “inserta” dentro del contenido de un programa de televisión, de radio o hasta en ficción como series o películas, en vez de estar en un segmento especial para eso. Es lo que, en criollo, conocemos como “chivo”.
Con el paso de los años y la exposición constante a inmensas cantidades de información, la mente del consumidor cambió y, desde hace algún tiempo, está programada para pasar de alto la publicidad tradicional a la que estabamos acostumbrados (¿viste cuando empieza el corte publicitario te levantás al baño y volvés cuando empieza nuevamente lo que estabas viendo? Bueno, eso)
Acá es donde entra a jugar la PNT. Al aparecer en el medio del contenido (muchas veces mimetizado), tiene más posibilidades de ser reconocida y de que el consumidor le preste atención. Suelen tener un costo menor, ya que no es necesario elaborar piezas publicitarias: solamente con el producto y alguien que lo use o lo recomiende es suficiente como, por ejemplo, Susana Gimenez mencionando la marca de medias que usa o Brad Pitt en un primer plano tomando una gaseosa cola muy famosa mientras salva al mundo de los zombies.
El exceso de información también llegó al mundo digital. Y es por eso que las marcas han tenido que evolucionar sus PNT y a pensarlos para lo que consumen sus clientes: las redes sociales. Si bien los embajadores de marcas existen desde hace años (Susana con sus medias), la era digital le dio a la PNT un nuevo impulso con sus jugadores estrella: los influencers. Las marcas que hoy vemos en las redes sociales, siendo usadas o recomendadas (y, sobre todo, etiquetadas) por influencers no es más que la publicidad no tradicional versión 2.0.
¿Por qué es importante que tengamos en mente estos conceptos? Porque el exceso de información sigue vigente y es necesario sumar conceptos que nos ayuden a darnos ideas para captar la atención del cliente y que preste atención a lo que vendemos nosotros, y no el de al lado.
