¿Cómo es el "ciclo de vida del cliente"?

¿Sabías que los clientes tienen un ciclo de vida? Para que sepas cómo abordar esto, hoy vamos a contarte todo lo que necesitas saber.

El ciclo de vida del cliente se llama a las etapas por las que el cliente pasa durante su relación con una marca y, en total, son 6:

• Conocimiento: es el primer contacto que un cliente potencial tiene con la marca. Es una de las partes más complejas porque implica el captar la atención de esta persona en medio de muchas otras marcas tratando de lograr lo mismo.
•  Adquisición: la marca debe llevar adelante acciones que inviten al potencial cliente a probar el producto o servicio. Una vez que captamos su atención, debemos hacer un mayor esfuerzo de comunicación para dejar en evidencia el valor agregado de lo que vendemos.
• Conversión: en esta etapa el cliente ya conoce el producto, pero sigue sin comprar. Es la parte del ciclo en la que hay que hacer acciones que estén orientadas a concretar la venta.
• Crecimiento: acá están las personas que ya compraron tu producto o servicio y que ya consideras clientes. El enfoque en esta etapa está en armar una estrategia que permita aumentar el valor de la venta y, por ende, el aumento en el ROI.
• Retención: cuando una persona se transforma en cliente a lo que debemos apuntar es a que siga siéndolo. La clave acá está en trabajar la identificación que el cliente tiene con la marca más allá de la compra para que decida quedarse.
• Reactivación: si lograste la retención de la etapa anterior, el ciclo termina ahí, pero si el cliente se fue hay una nueva etapa recuperarlos. Es importante acá saber por qué se fueron (para evitar que se vayan otros) y mejorar las condiciones para que esta vez sí decida quedarse.

¿Por qué necesitamos conocer estas etapas? Porque ignorar la importancia de alguna de estas etapas puede resultar en clientes insatisfechos que dejen la marca, lo cual implica un mayor esfuerzo para intentar recuperarlos. Medir el éxito de cada una de las etapas nos va a ayudar a saber cuál es necesario reforzar para, finalmente, tener clientes satisfechos.