¿Cómo armar una estrategia de diferenciación?

Una estrategia de diferenciación es un proceso que busca que una marca, un producto o un servicio sean vistos como únicos y originales.

El objetivo es destacarse en un mercado saturado, con muchísima competencia. Se trabaja para ofrecer una experiencia única y valiosa que haga que la marca llame la atención de los consumidores.

La estrategia de diferenciación podemos aplicarla a diferentes niveles: por ejemplo, la diferenciación por producto se basa en ofrecer productos que sean únicos en términos de características, diseño o funcionalidad. Marcas como Nespresso, basan sus estrategias en colocarse en el mercado como productos de calidad y brindar una experiencia de exclusividad con productos premium.

Por otro lado, la diferenciación por precio se basa en colocarse en un extremo del espectro de precios. Puede ser por precios muy altos (buscando brindar exclusividad y estatus) o muy bajos (apelando a la masividad a la hora de vender) pero siempre usando el precio como diferencial.

Finalmente, la diferenciación por estrategia comercial se enfoca en la forma en la que una marca ofrece lo que vende. Busca que sea la marca detrás de los productos/servicios la que se destaque por su imagen, por sus valores y por la experiencia que le brinda a sus clientes. Abarca una gran cantidad de elementos: cuestiones visuales, de atención al cliente, de experiencia de compra, etc. Es más general y lleva tiempo consolidarla.

¿Por qué está bueno aplicar una estrategia de diferenciación? Porque ya sabemos que son miles de negocios similares a los nuestros los que trabajan día a día para captar la atención de los clientes. En un contexto súper saturado de marcas, todas se confunden y se hace más difícil que nos elijan. También, este tipo de estrategias nos ayuda a fomentar la fidelización de los clientes, a tener una ganancia económica (porque nos van a comprar a nosotros) y colabora a ubicarnos en nuestro mercado.