Hoy en un nuevo episodio de “este post es un embole pero te va a servir para tu negocio” les traemos un tema importante del que no hablamos mucho: el margen de utilidad.
El margen de utilidad es la diferencia que hay entre el precio de venta de un producto o servicio y los costos fijos y variables que están involucrados en el proceso de producción, de comercialización y mantenimiento del negocio.
Existen dos tipos de márgenes de utilidad: brutos y netos.
Los márgenes de utilidad brutos son los que obtenemos después de que al precio final le descontamos los gastos directos e indirectos que forman parte de la fabricación del producto o los de ejecución del servicio.
Se calcula con la siguiente fórmula:
UTILIDAD BRUTA=INGRESOS TOTALES -COSTO DE PRODUCTO/SERVICIO
En cambio, los márgenes de utilidad netos son a los que llegamos cuando descontamos los gastos que están alrededor del negocio (fijos y variables) y que van más allá de la fabricación del producto: alquiler, servicios, impuestos, préstamos bancarios, etc.
Los podemos calcular con esta fórmula:
UTILIDAD NETA: UTILIDAD BRUTA – GASTOS FIJOS Y VARIABLES
¿Cómo los podes optimizar? Por un lado, revisando tus costos. Viendo si es posible negociar precios con tus proveedores o buscar nuevos proveedores. Por otro lado, aumentando los precios (siempre considerando el precio de mercado y cómo puede afectar a tus clientes…aumentar porque sí y terminar perdiendo clientes no tiene sentido). También, mejorando los procesos: revisando qué se puede mejorar y qué se puede eliminar para que cueste menos.
Conocer bien cuáles son nuestros márgenes de utilidad (y no a ojo) nos permite medir de qué forma nuestro negocio genera ganancias y nos ayuda a identificar áreas de mejora y qué estrategias hay que optimizar.
¿Cómo calculan sus márgenes de utilidades?