¿Viste que la mayoría de los supermercados tienen productos con su propia marca? Pero, ¿sabías que esos productos no son elaborados por ellos sino que los compran a diferentes fabricantes? A ese tipo de productos se los conoce como “marca blanca”.
¿Cómo funciona esto? Una marca blanca es una línea de productos genéricos que una marca vende bajo su nombre pero que produce otra. Aunque muchos creen que estos productos no son de buena calidad, las marcas blancas, generalmente, comparten muchas características con los productos “de marca” y se caracterizan por tener un precio reducido en comparación al producto de la marca original.
Esta forma de comercializar productos tiene sus ventajas. Por ejemplo, las marcas que optan por este tipo de productos ahorran bastante, no solo económicamente, sino que, al vender un producto que ya está probado, no tienen que gastar en investigación de mercado o pruebas de producto pudiendo lanzarlo al mercado sin la necesidad de empezar de cero, pudiendo saltear la etapa de diseño y prueba.
Pero ¡ojo! que no todo es color de rosa en este tipo de comercialización de productos. Al depender de un fabricante “externo” es muy dificil implementar innovaciones a los productos por la inversión que se necesita. Si el marcado se encuentra en un momento en el que es necesario innovar, esta dependencia de la infraestructura de otro puede ser un factor perjudicial. Por otro lado, marcas grandes como supermercados suelen “tercerizar” su producción de productos a diferentes productores lo cual puede hacer que la calidad del producto “marca blanca” varíe, que los consumidores detecten estas variaciones y que decidan no seguir consumiéndolo.
Ahora, llevemos esto al mundo emprendedor. ¿Esto puede trasladarse al emprendedor? La verdad es que si vos como emprendedor querés sumar algún producto a tu catálogo pero no podés (o no queres) producirlo, esto puede ser una buena opción. Obviamente es necesaria una buena investigación que te permita conocer otros emprendedores que puedan darte ese producto que queres sumar, pero el emprendedor sí puede imitar esta forma de venta, siempre y cuando los números le cierren.