¿Recibís muchas consultas pero pocas se transforman en ventas? Es posible que el problema sea que no estás ofreciendo tus productos correctamente.
Para evitar esto existe algo que se llama: escalera de valor, una representación gráfica de una estrategia de captación de clientes para generar confianza en tus potenciales clientes de a poco hasta conseguir convencerlos de que lo que vendes es la mejor solución a sus problemas, más allá de su precio.
La “escalera de valor” va desde el escalón más bajo al más alto, ofreciendo diferentes productos. El más bajo tiene un producto gratuito, que busca captar la atención del cliente. A medida que vamos subiendo, vamos encontrándonos con productos de bajo costo, luego nuestro producto estrella y cada vez más arriba vemos productos VIP. Esta distribución tiene una lógica: el primer escalón busca llegar a consumidores que tienen bajo nivel de consciencia sobre tu marca y no sabe cómo podés ayudarlo y se va avanzando para lograr captar clientes que tengan un alto nivel de conciencia respecto a tu producto o servicio y que sabe bien cómo esto va a ayudarlos con sus problemas.
Una escalera de valor bien pensada, junto con facilitar la captación de potenciales clientes, también ayuda a rentabilizar los procesos. Esto significa que va a organizar tus esfuerzos y va a lograr que dejes de invertir en brindar información o tratar de venderle a personas que no están preparadas para hacerlo. Hacer que el cliente suba esa escalera va a hacer que su ciclo sea mayor y que vaya aumentando lo que gasta en tu marca. También, es una buena forma de fidelización. A medida que va subiendo la escalera y conoce más tus productos o servicios y decide avanzar, nos encontramos ante un cliente que nos sigue eligiendo y que puede transformarse en un embajador de nuestra marca.