Un cliente de alto valor es un cliente que tiene un gran impacto en los ingresos de una marca. Este tipo de personas tienen un alto nivel de consumo y generan una gran influencia en otros consumidores a partir de su comportamiento y de su nivel de fidelización con la marca.
¿Cómo reconocemos a un cliente de alto valor? En primer lugar, lo vemos en la rentabilidad. Otro indicador es la capacidad económica para poder adquirir tus productos o servicios, independientemente del precio de cada uno.
Este tipo de clientes son los ideales, por lo que debemos trabajar para retenerlos. Esto lo podemos lograr brindándoles la mejor experiencia de compra. Prometeles cosas que puedas cumplir, porque decepcionar a estos clientes te puede costar caro (se van a ir con tu competencia). Trabajá en generar y mantener relaciones sólidas y no te olvides de darles un seguimiento (cuanto más valor vea el cliente en tu marca, más larga a ser la relación con ella). No dejes de anticiparte a las necesidades de tu cliente, trabajando de forma proactiva (recopilando información por parte de tus clientes para ver cómo podes mejorar).
Los clientes de alto valor pueden ser otras marcas que consuman la tuya o, también, pueden ser personalidades referentes como influencers, deportistas, etc. que tienen una gran influencia en sus audiencias.
¿Cómo nos beneficia tener este tipo de clientes? En primer lugar, como ya aclaramos, son clientes que significan gran parte de los ingresos de la marca ya que no tienen problema en gastar en ella. Pero, a su vez, estos clientes suelen embajadores de la marca, lo cual ayuda a captar nuevos clientes y a fidelizar los existentes.