La rotación de personal habla del cambio de empleados en una empresa, e incluye todas las terminaciones de relaciones laborales, es decir, tanto de parte de la empresa como por parte del empleado.
Podemos calcular la tasa de rotación de personal con un simple cálculo. La fórmula es esta:
Índice de rotación de personal = (D/PE)*100
En esta fórmula la D es el número de trabajadores desvinculados en el período de tiempo que queremos analizar (puede ser mensual, trimestral, semestral o anual, como quieras) y PE es el promedio efectivo. Esta última cifra se calcula sumando la cantidad de empleados que había al principio del período con la cantidad de empleados al final del período y se lo divide por dos. Luego, al coeficiente que obtenemos de los empleados desvinculados y el promedio de empleados lo multiplicamos por 100 para obtener un porcentaje. Ese porcentaje es nuestro índice de rotación de personal.
¿Qué hacemos con este número? Se estarán preguntando. Bueno, como con cualquier dato, lo analizamos. Si el índice es cercano a 0% podemos inferir que la empresa está en un proceso de estancamiento y que tiene un grupo de empleados “viejo”. Esto puede ser algo positivo, ya que eso quiere decir que los empleados no quieren irse pero también se puede interpretar como en falta de crecimiento de puestos y poco interés en sumarse a la empresa.
Por otro lado, si el índice es demasiado alto, esto se puede interpretar como que hay un problema de insatisfacción laboral, problemas de comunicación, de gerenciamiento, etc.
¿Para qué nos sirve conocer este índice? Esto nos permite conocer más sobre nuestros empleados y saber si las condiciones de trabajo que proponemos son buenas o si tenemos que hacer algún cambio.