¿Querés lanzar un producto nuevo y estás medio corto de recursos para hacerlo? ¿No sabés si a tus clientes les va a gustar pero querés hacerlo igual? ¡Este post es para vos!
La metodología LEAN se usa, generalmente, para crear startups o para introducir nuevos productos en el mercado, enfocándose en aquellos que los consumidores ya saben que quieren, para tener una certeza de que la demanda va a estar. Se basa en la experimentación, prueba y comentarios de los mismos consumidores.
Fue creada por el empresario Eric Ries en 2008, con la influencia de la metodología lean manufacturing de Kiichiro Toyoda y la metodología de desarrollo de clientes de Steve Blank.
¿Cómo funciona? Tenemos 3 etapas fundamentales a considerar. En primer lugar, tenemos el desarrollo de un producto mínimo viable tomando como guía la pregunta “¿vale la pena sacar este producto/negocio?”. Esto nos va a ayudar a que nuestro PMV tenga las características suficientes para mantener a los clientes satisfechos mientras se analiza la viabilidad total del proyecto. Como seria el trailer de una película.
Luego, tenemos el feedback y los ajustes. Una vez que sabemos qué características debe tener el producto, tenemos que eliminar las que no sumen directamente al objetivo que tenemos. Lo que está de más lo sabemos, también, a través de análisis de los consumidores y sobre los comentarios que nos hacen, por ejemplo, mediante encuestas.
Finalmente, tenemos la etapa de aprendizaje del producto. Acá, analizamos la información que recibimos de los consumidores y la transformamos en datos. Esto nos ayuda a saber si estamos en camino a crear un producto exitoso o no.
¿Cuál es el objetivo de este método? Lo que se busca, principalmente, es que puedas identificar y deshacerte de prácticas que no están optimizadas y que te hacen desperdiciar tiepo y recursos en las etapas iniciales de un producto o de un negocio. Implementar esta metodología nos brinda una mayor posibilidad de éxito a largo