El FODA es más viejo que la injusticia. Es un término propio del marketing clásico pero que todavía sirve, todavía sirve diría Homero Simpsons.
La sigla hace referencia a “fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas” y es una forma de análisis del entorno de una marca que ayuda a la toma de decisiones.
Lo podemos dividir en dos partes: el análisis interno y el análisis externo. En el interno analizamos las fortalezas y las debilidades: qué destrezas y habilidades tienen los que forman parte de la marca y qué debilidades, que hacen que la marca se encuentre en desventaja en comparación con otras. Acá analizamos liderazgos, recursos y procesos.
En el análisis externo, le prestamos atención a las oportunidades y a las amenazas. Acá lo que hacemos es mirar para afuera. Las oportunidades pueden ser nuevos mercados que se abran o la incorporación de nuevos canales de venta. En lo que respecta a las amenazas, pueden ser cualquier situación que pueda ser perjudicial para la marca como por ejemplo, una pandemia a nivel mundial (que fue una amenaza para todos) o un local nuevo de nuestra competencia directa a pasos del nuestro.
Este análisis lo podes hacer dividiendo una hoja en cuatro partes y a cada una asignarle una de las variables. Pensar en la situación de la marca y escribir cada una de las situaciones que identifiques en el cuadrante que corresponda. Lo ideal siempre es tener más items en el lado de las fortalezas y oportunidades que del lado de las debilidades y las amenazas.
Dependiendo del resultado del análisis podemos adoptar diferentes tipos de estrategias: ofensivas (que nos permitan potenciar las oportunidades para contrarrestar las debilidades), defensivas (reducir los riesgos de las amenazas apoyandonos en las fortalezas), de reorientación (corregir debilidades en base a las oportunidades) o de supervivencia (fortalecer las debilidades para sobrevivir a las amenazas).