Los Key Performance Indicators (Indicadores clave de desempeño) son unas métricas que se usan para sintetizar información sobre la eficacia de las acciones que se llevan a cabo en un negocio, con el objetivo de poder tomar decisiones en el futuro. Para que estas métricas nos sirvan, los indicadores que usemos deben ser específicos, objetivos, cuantificables, realistas, concisos, continuos y periódicos, entre otras características. Por ejemplo, en redes algunos KPI que podemos tener en cuenta para evaluar nuestras acciones pueden ser la cantidad compartidos, la cantidad de guardados o cuántos comentarios se hicieron.
Los OKR hacen referencia a los “Objetives and Key Results” (Objetivos y Resultados claves): una metodología colaborativa de trabajo en la que se fijan objetivos para establecer metas medibles. Se realiza un seguimiento del proceso, se establece una alineación de objetivos y se fomenta la participación de todos los individuos. Para crear los OKR de un negocio, en primer lugar, es necesario establecer un objetivo general y objetivos menores. Después, determinar los resultados clave que esperamos lograr con las acciones que vayamos a desarrollar. Luego, debemos comunicar los OKR al equipo para que puedan incorporarlos a sus estrategias. Con esto en marcha, podemos empezar a medir resultados y saber si vamos por el camino.
¿En qué se diferencian? Los OKR son una metodología muy amplia que pueden englobar algunos KPI. Los KPI miden acciones concretas, mientras que los OKR son el medio para que se cumplan esas acciones. Mientras que los KPI miden algunos aspectos del marco estratégico del negocio, los OKR son, precisamente, ese marco. Por esta razón, es importante que, si decidis aplicarlos en tu emprendimiento, lo hagas en conjunto para poder tener la mayor cantidad de información disponible para tomar decisiones.