Los cursos presenciales o en vivo, tienen su encanto. Te permiten un contacto más cercano y directo pero eso no quiere decir que grabar cursos sea algo malo.
Por un lado, uno de los beneficios de grabar cursos es que el alcance es mucho mayor. Un curso presencial está limitado por la ubicación y el espacio; y uno en vivo online por el horario. Un curso grabado, te permite llegar a personas de cualquier parte del mundo y sin restricción de horarios.
Un curso grabado, también, te permite asegurarte que no te va a quedar nada importante afuera. Podés armar un guión con toda la información que querés que esté en el video y estar seguro que no te olvidas de nada. Y si hay algo que no te gustó como quedó, podes editarlo.
Otro beneficio de los cursos grabados es que son “actualizables”: Es decir que, si hay información nueva que aparezca con el paso del tiempo y que sea fundamental al tema del video, podés grabar “anexos” y usarlos para siempre tener un curso al día y que no tenga información obsoleta.
Finalmente, la relación costo/beneficio. Hoy en día, existen un montón de herramientas (gratuitas y pagas) que podés usar para grabar y editar un curso (iMovie, CapCut, VN, etc.) y darles el formato que quieras.
Si estás dudando si grabar tus cursos es para vos o no, te vamos a contar quién se volvió fan de esto y le está yendo excelente.
Taylor Swift es, en este momento, la artista más importante del mundo. A mediados de marzo comenzó con su “The Eras Tour” y desde el principio fue un éxito en venta de entradas. La demanda fue tan alta que miles de personas se quedaron sin la posibilidad de ir a verla en vivo (en Argentina, las entradas se agotaron en cuestión de horas). Ante esta situación, y siendo consciente que su alcance es limitado, Taylor tomó la decisión de grabar uno de sus shows y transmitirlo en cines a nivel mundial.
Esto generó no solo que el alcance del tour sea muchísimo más amplio, sino que le generó un ingreso extra que al comienzo de la gira no se consideraba obtener (USD 200 millones el primer fin de semana en cines). Así que, claramente, grabar contenido no es una mala idea.
