Si tenés una tienda online, es importante que de vez en cuando hagas una auditoría para ver si todo está funcionando bien o si encontrás cosas para mejorar.
Entonces ¿qué es lo que debemos auditar? Esto lo podemos dividir en dos categorías: un análisis estructural de la web y un análisis de contenido.
En lo que respecta al análisis estructural podemos auditar varias cosas. Por un lado, las URLs, viendo que sean amigables y que no tengan parámetros innecesarios. Es importante que las URL contengan palabras clave que te ayuden con el posicionamiento, que no sean muy largas ni con caracteres raros.
Por otro lado, tenemos los famosos “errores 404”. Esto se da cuando los contenidos a los que queremos acceder ya no existen, cuando se cambió la URL o si la dirección está mal escrita. Este tipo de errores influye negativamente en el SEO de la web y, sobre todo, en la experiencia del usuario. Para asegurarte que no tenés de estos errores, revisá link por link (o a través de alguna web online) para comprobar que todos andan bien y si ves que alguno no funciona, hace los arreglos necesarios.
Respecto del lado del contenido, asegúrate que el contenido que compartas sea único y que no esté duplicado de otra web, ya que eso Google lo penaliza.
No te olvides de revisar las imágenes que uses. Es necesario que tengan el tamaño y el peso adecuado tanto para no complicar el SEO sino como para que no haga que la web cargue más lenta.
Las páginas de productos tienen que ser lo más simples pero completas posibles. Usá palabras clave en las descripciones, que respondan las posibles preguntas que puedan tener los usuarios.
Finalmente, periódicamente revisá que el proceso de compra sea cómodo, fácil y rápido y que no haya nada que lo entorpezca; usando llamados a la acción bien ubicados y fáciles de entender.
Último tip: es fundamental que tu wbe tenga un diseño responsivo, es decir, apto para dispositivos móviles.
¿Hacen auditorías de sus tiendas online? ¿Cada cuánto?