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¿Qué es una estrategia de precios bajos?

Una estrategia de precios bajos busca obtener un nicho de negocio, lanzar un nuevo producto o llegar a un público en particular, siendo la opción más barata.

Cuando hablamos de “precios bajos” hablamos de una marca que ha reducido al máximo el costo de fabricación, la logística y sus operaciones de tal forma que logra un precio muy por debajo del estándar de mercado y que el de sus competidores. Una estrategia de precios bajos busca obtener un nicho de negocio, lanzar un nuevo producto o llegar a un público en particular, siendo la opción más barata.

Implementar este tipo de estrategia tiene sus ventajas: es muy probable que tengas más ventas, que puedas lograr introducir un nuevo producto o servicio más fácilmente y hasta a llegar a nuevos clientes que capaz antes no te consideraban porque te consideraban muy caro. Esto suena bastante tentador pero, también, tiene sus desventajas: un precio muy bajo puede afectar la reputación de la marca, los clientes pueden pensar que bajó la calidad de los productos y, a la larga, puede ahuyentar a los clientes que ganaste (que solo compraron por ser barato).

La estrategia de precios bajos es interesante porque funciona pero, si se abusa, puede terminar perjudicándonos. Por eso, si estás pensando en implementar una estrategia así, tené en cuenta algunos aspectos: en primer lugar, analizá el mercado y a tu competencia para ver los rangos donde te vas a mover. No te relajes solamente en el precio: la decisión de comprar va más allá del precio así que no descuides el resto de la experiencia de compra. No pierdas el eje y seguí poniendo en el centro a tu cliente: no dejes de darle a tus clientes el contenido de valor que están buscando en tu marca. Por último, no bajes los precios “porque sí”: hacelo de una forma consciente, que no lastime tu negocio y que no te haga perder plata.

¿Es posible sostener esta estrategia de forma indefinida? Pues no. Si tus precios consideran todos los aspectos que hacen posible que tu negocio sea exitoso, es por algo. Bajar los precios para llamar la atención o para darle pelea a tu competencia, no vas a poder sostenerlo en el tiempo porque en algún momento los números ya no te van a cerrar. Por eso, si bien es tentadora, es importante aplicarla con cautela y en momentos específicos.

Una estrategia de precios bajos busca obtener un nicho de negocio, lanzar un nuevo producto o llegar a un público en particular, siendo la opción más barata.

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