¿Qué es el "benchmarking"?

El “benchmarking” es un proceso que tiene como objetivo crear, recopilar y analizar indicadores y ver cómo los trabajan otras empresas para imitarlas y así mejorar los procesos propios.  

Existen varios tipos de benchmarking: el interno (se hace dentro de la misma empresa y se comparan diferentes áreas para que cada una implemente lo mejor de la otra), el competitivo (se compara el desempeño con el de la competencia para detectar posibles fallas y ajustarlas) y el funcional (acá ampliamos el rango de búsqueda e incluimos a competencia indirecta y otras empresas que no nos pelean mercado pero que están haciendo las cosas bien).

El proceso de benchmarking se compone de cuatro etapas:

• Planificación: definir qué puntos y con quién vamos a comparar. Lo que se debe hacer es sincerarse y ver cuáles son los puntos con fallas del negocio propio para buscar ideas de buenas prácticas en otros.
• Recolección de datos: en esta etapa se lleva adelante la investigación y se reúne toda la información para analizar.
• Control: acá se analiza toda la info recolectada con el objetivo de identificar las mejores prácticas para implementarlas.
• Puesta en práctica: la etapa final es la adaptación, la mejora y la implementación de las buenas prácticas encontradas. Se trata de introducir los cambios necesarios para mejorar el desempeño de la empresa.

Aunque parezca que esto es algo para grandes empresas, cualquier emprendedor puede realizar su benchmarking. ¿Cómo? Investigando en Internet o realizando su propia recopilación de datos. Por ejemplo, si queremos saber si el proceso de compra de nuestra web está bien o se puede mejorar, podemos ver cómo es el proceso de compra de otras marcas para ver qué puntos positivos podemos implementar en nuestro propio proceso.