¿Cómo aplicar las neuroventas?

Hace poco hablamos sobre neuroventas. Esa técnica de ventas que se basa en “venderle a la mente y no a la gente” y que se centra en el cerebro reptiliano (el instintivo). A veces parece dificil bajar a la realidad todo lo que hablamos sobre esta forma de ventas. Por eso, hoy vamos a ver algunos ejemplos para que veas cómo podes aplicarlas a tu emprendimiento.

Como dijimos, las neuroventas buscan conectar con las emociones del cliente. Los clientes tienen miles de emociones. Una de ellas es el instinto de evitar situaciones dolorosas. Entonces, implementar una técnica de venta que busque aliviar este tipo de situaciones puede ser una buena idea. Supongamos que vendés productos de forma online y que hacés envíos. Una forma de encarar las ventas desde la perspectiva de aliviar situaciones adversas podría ser: “¿Estás cansada de los envíos complicados y de las vueltas para los cambios? ¡Escribinos, que te vas a sorprender de lo simples que son nuestros envíos y nuestras políticas de cambio!

Otra forma es abordarlo es hacer lo más tangible posible los beneficios de lo que vendemos. Por ejemplo, si desarrollás software, podes contarle a tus clientes que el beneficio no termina en lo que hace tu producto sino en lo extra que le da a quienes lo compran: optimización de tiempo, gestión propia del sistema, etc. Entonces, podes comunicarlo así: “Incorporá nuestro software autogestionable en la nube para controlar tu stock desde donde estés, sin intermediarios”. Así, comunicamos los beneficios (profesionalizar el negocio) y también abordamos el aliviar situaciones complicadas (no depender de intermediarios).

También podemos usar los números y los contrastes. Una mente confundida nunca compra, por lo que ofrecer números como “Ahorrá el 20% con tu compra” o “Te enviaremos tu compra en las próximas 48 hrs.” son buenas ideas para este tipo de ventas. En cuanto a los contrastes, el “antes y después” es de gran ayuda. ¿Tenés un servicio de limpieza? Mostrales un “antes y después” de tu servicio tan gráfico (el cerebro reptiliano es muy visual) que tu cliente no tenga dudas al elegirte.